miércoles, 7 de marzo de 2012

Inquietantemente esplendorosa, a partes iguales iluminas y alimentas el temor por el cuál mantendré mi instinto y el cuerpo que lo envuelve alejado de aquella ventana.

No es que desconfíe pero eres tú Luna quién, con tu brillante influjo provocas la pérdida del control ante su sólo recuerdo.

Tal vez sea la ausencia lo único que sacie tanta voracidad, ya que si en ésta noche iluminada apareciese ante mí, intentaría devorarla.

El grito ya no consigue sosegar el alma, y éstas cadenas de plata comienzan a abrasar mi pecho.

Aunque no debes temer por ella, me esconderé de tí para protegerme de mí mismo.

Buenas nochess..



La Unión - Lobo Hombre En París

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